PLANETA LESBOS











{octubre 31, 2009}   LAS VIUDAS DE LOS JUEVES

LAS VIUDAS DE LOS JUEVES

PELÍCULAyb679yb679yb679    PASTELERÍA: v6cake

OSCULOS  anticipado

CHACHA: quizás luego de cobrar el seguro ¿quién sabe?

Por Debora Dora

Jardines perfectos, calles arboladas, tránsito lento (no, del estilo de la publicidad no), caras alegres, largos partidos de tenis y familias ideales. No hay rejas ni cercas a la vista. Lo que sí hay es un alto paredón que separa el micromundo de Altos de la Cascada de la realidad.

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{abril 13, 2009}   LA CIÉNAGA

LA CIÉNAGA

PELÍCULA:                    PASTELERÍA:

ÓSCULOSni unito        

CHACHA: ni con la «chacha»

 

 

Por Debora Dora

Cuesta un poco definir la trama de La Ciénaga. No, no es que no pase nada, al contrario, pasa demasiado, lo que sucede es que todo eso no se articula de una manera convencional y tampoco se agrupa en tres simples partes: introducción, desarrollo y desenlace. Sí, desde el principio, la ópera prima de la cineasta argentina Lucrecia Martel va dejando en claro que el suyo no es un cine convencional.
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{marzo 1, 2009}   LA NIÑA SANTA

LA NIÑA SANTA

PELÍCULA:                    PASTELERÍA:

ÓSCULOS:  uno de prueba            CHACHA: no de la que nos gusta

Por Debora Dora

De forma casual e inapropiada, un hombre «roza» a una chica en un amontonamiento, y esta adolescente, que está en búsqueda de su vocación religiosa, ve en esta situación la posibilidad de «salvarlo». Sí, así como lo leen este sería el argumento central de La Niña Santa, argumento que solo una autora como Lucrecia Martel puede ser capaz de plantear, desarrollar y mantener a lo largo de toda una película, saliendo airosa en la realización de su segundo film.
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{octubre 23, 2008}   LA MUJER SIN CABEZA

LA MUJER SIN CABEZA

PELÍCULA:                    PASTELERÍA:

ÓSCULOSahhh no no no                  CHACHA: ¿Cómo? ¿Cómo? ¿Cómo?

Por Debora Dora

Lucrecia Martel vuelve a hacer gala de su poder de síntesis, de su apego a las historias pequeñas, muchas veces intrascendentes, excusa ideal para tendernos la mano hacia su universo privado, un universo que es Salta, que podría ser cualquier otro lugar, pero no lo es, porque su provincia natal sigue siendo el escenario elegido donde sus personajes se mueven con soltura y comodidad (o, en realidad, todo lo contrario), donde estas familias tejen sus historias y destejen mitos, y se dejan observar, porque eso es todo lo que esta joven directora nos permite hacer: observar, ser testigos de una realidad diaria, apenas alterada, de la cotidianidad, muchas veces ajena para nosotros. Percibir, porque de eso se trata el cine de Martel, de percepciones que el espectador va uniendo. Lee el resto de esta entrada »



et cetera